No es una enfermedad, si se trata, se puede solucionar
La eyaculación precoz no es una enfermedad, es un trastorno que puede ser tratado satisfactoriamente y sí, tiene solución. No lo cura el tiempo ni la edad y lo adecuado sería abordarlo y tratarlo lo antes posible para que no se agrave.
Ocasiona angustia y frustración, no sólo al hombre sino también a su pareja, provocando una disminución de la satisfacción sexual, reduciendo la frecuencia del acto e incluso se llega a evitar las relaciones sexuales.
Debido a los múltiples factores que pueden estar desencadenando esta disfunción sexual es fundamental que el urólogo realice una evaluación clínica completa del paciente para así diferenciarlo de otros trastornos y descartar algún problema de tipo orgánico.
De esta forma y teniendo en cuenta todos estos factores, se establecerá un diagnóstico y un tratamiento adecuado y eficaz en base a los resultados, para conocer el grado y la causa que lo puede estar originando.
Los mecanismos terapéuticos más habituales para tratar la eyaculación precoz son, por un lado, los tratamientos farmacológicos y por otro, las terapias psicológicas de tipo cognitivo-conductual (TCC) que aplicadas de forma única o en combinación con fármacos, son las herramientas de abordaje más frecuentes para tratar a este grupo de pacientes.