Tratamiento
El tratamiento se abordará conforme a la causa y tipo de incontinencia urinaria que lo esté originando. Sería conveniente una valoración médica para conocer las circunstancias de cada paciente y poder así establecer un diagnóstico y un tratamiento correcto.
El uso de productos absorbentes o ropa interior impermeable es una de las alternativas más utilizadas, cuando las pérdidas son moderadas. A veces pueden producir lesiones en la piel, (dermatitis) infecciones y hongos. Son costosos y producen un gran impacto ambiental.
El colector urinario, indicado para incontinencia por rebosamiento, tiene la forma de un preservativo con un tubo de salida que va conectada a una bolsa colectora de orina. Se utiliza en personas con personas en sillas de rueda y de avanzada edad.
La sonda vesical: Aunque no es muy recomendable por las complicaciones por infecciones urinarias frecuentes que produce, se utiliza generalmente en personas encamadas que no se pueden mover.
Cuando la incontinencia es de tipo leve, se recomienda realizar ejercicios Kegel, entrenamiento muscular para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Este tratamiento no tiene evidencia suficiente para demostrar que sea efectivo en todos los pacientes y por ello se deberían buscar otras alternativas, si en los primeros meses no mejora de forma considerable.
Cuando la incontinencia urinaria es severa, se emplean técnicas quirúrgicas como la colocación de una malla suburetral o cuando los casos son más graves, la implantación de un esfínter urinario artificial.
Las Pinzas urinarias son dispositivos controladores de fuga de orina en los hombres. Es un método alternativo a los fármacos, colectores y pañales, con muchas ventajas y de buena aceptación por parte de los pacientes. Comprimen suavemente a modo de pinza la uretra evitando así las pérdidas de orina.