Uretra masculina o femenina, para observar, evaluar y diagnosticar enfermedades de la uretra, la próstata (en el caso de los hombres) y sobre todo de la vejiga urinaria.
Se realiza mediante un instrumento llamado «cistoscopio», una especie
de cable con una cámara incorporada. En mi caso suelo utilizar un
cistoscopio fino de última generación con una resolución de imagen muy
buena y además flexible para poder sobrepasar acceder a los «rincones»
más inaccesibles con la mínima molestia.
¿Cuando es necesaria la cistoscopia?
Existen diversas indicaciones o motivos por los que se recomienda realizar una cistoscopia pero debes tener claro que, como cualquier prueba en medicina, no se debe «hacer por hacer».
Ten en cuenta que se trata de un procedimiento cruento (introducimos
instrumental quirúrgico por el orificio urinario) y aunque no duele,
puede ser molesto y no está exento de complicaciones.
Sin ánimo de ser exhaustivo, a continuación resumo las indicaciones más comunes de la cistoscopia:
- Diagnóstico y seguimento de los tumores de vejiga
- Diagnóstico de vejiga dolorosa, síndrome pélvico crónico o dolor uretral
- Diagnóstico de cistopatías (enfermedades de la vejiga)
- Estudio de la uretra (por ejemplo, estenosis u obstrucción de la uretra)
- Estudio de la próstata
- Estudio de las infecciones urinarias de repetición
- Extracción de catéteres doble J tras la realización de una fragmentación de una litiasis o piedra ureteral.