Aproximadamente, uno de cada 1.000 niños desarrolla una estenosis uretral, a veces incluso cuando todavía son un feto en el útero. Para evitar que se acumulen en la vejiga niveles de orina potencialmente mortales, los cirujanos pediátricos tienen que extraer quirúrgicamente la sección afectada de la uretra y coser de nuevo los extremos abiertos de la sonda...