Con las limitaciones de los costos de la atención médica, y las
innovaciones técnicas recientes, una cantidad cada vez mayor de
procedimientos, incluyendo procedimientos mayores para el cáncer (por
ej., mastectomías, histerectomías, y prostatectomías), están siendo
realizados con una estadía corta (una noche), o como cirugías
ambulatorias.
Aunque las estadías hospitalarias cortas tienen muchas ventajas, ese
modelo añade complejidades a la prestación de una atención de alta
calidad centrada en el paciente, particularmente para los pacientes con
cáncer y sus cuidadores, que a menudo todavía están luchando con un
nuevo diagnóstico de cáncer.
Los pacientes pueden salir del centro quirúrgico mientras todavía
experimentan síntomas que podían ser atendidos previamente por el equipo
tratante del hospital [4]. El manejo de los síntomas en el hogar puede
ser desafiante para los pacientes y quienes los cuidan, los que pueden
tener dificultad para distinguir síntomas normales y esperados, de
eventos adversos potencialmente graves .
Sin información y
consciencia del riesgo, los pacientes pueden demorar la búsqueda de
atención, con severas consecuencias, o pueden experimentar ansiedad
innecesaria y buscar atención no necesaria.