Aunque en la mayoría de los casos no sea como para tirar cohetes, el tamaño del pene del hombre es extraordinario cuando se compara con el de otros primates. Entre ellos, alégrese hombre, no tenemos rivales.
Tomemos como ejemplo a nuestros parientes de mayor talla: los gorilas. Por término medio un gorila adulto dominante pesa alrededor de doscientos kilos, mientras que su diminuto pene en erección no sobrepasa los cinco centímetros. O sea, un centímetro por cada cuarenta kilos de masa corporal. Vea usted cómo no hay que desanimarse: pésese, mida y compare su peso y su talla. En los tiempos que corren toda alegría es poca.
Otra beneficiosa e incomparable consecuencia de la marcha erguida es el orgasmo. Quienes piensen que un pene más grande es capaz de proporcionar más placer a la mujer, al permitir mayores posturas copulatorias, que lo vayan olvidando. Los orangutanes, dotados de un miembro mucho más pequeño, son capaces de dejar en ridículo al hombre en cuanto a posturas sexuales. Su cópula dura hasta quince minutos, toda una dulce utopía para el común de los mortales.