La incisión necesaria cuando se practica una
extracción de la próstata a través de cirugía abierta es aproximadamente
de entre 8 y 12 centímetros, con la necesidad de una apertura del plano
muscular y de todas las estructuras de la pared abdominal. En cambio,
el acceso para introducir los brazos robóticos requiere pequeñas
incisiones, de entre cinco a ocho milímetros (cuatro o cinco
incisiones), que no lesionan la pared abdominal del paciente.
Resumiendo, la cirugía robótica es un procedimiento menos traumático,
con mejor capacidad de preservación de las estructuras musculares,
vasculares y nerviosas. Además, la visión tridimensional y cercana a las
estructuras anatómicas otorga al procedimiento una gran meticulosidad.
Finalmente, la recuperación postoperatoria y el mantenimiento de catéteres y sondas es más corto, lo que ayuda a una incorporación más temprana a la vida cotidiana y a la práctica de actividad física.