Se trata de una patología benigna,
aunque esta condición puede dificultar o impedir las relaciones
sexuales, y ser devastadora para la vida sexual y calidad de vida
general de quien la padece.Aunque la causa no es conocida,
la teoría más aceptada es la sucesión de microtraumatismos vasculares
en la túnica albugínea, una de las capas que forman el pene. En algunos
casos se ha descrito tras traumatismos más graves (fractura de pene) no
correctamente tratados. Afecta a varones de todas las edades, aunque es
más frecuente entre los 40 y 70 años. Clásicamente se ha asegurado que
afecta al 1% de la población masculina, pero algunos autores señalan que
su incidencia puede estar en ascenso, afectando al 4-5% de los varones.
Se asocia a la enfermedad de Dupuytren y de Ledderhose,
que son retracciones fibrosas de similares características que se dan
en la palma de las manos y la planta de los pies, respectivamente.
Típicamente, se distinguen dos fases de la enfermedad:»
Fase aguda: se produce una reacción inflamatoria
de causa desconocida que provoca la aparición de la fibrosis (placa),
que puede palparse. Habitualmente se acompaña de dolor con las
erecciones y el paciente observa una desviación o deformación progresiva
(reloj de arena, indentación). Suele durar entre 12 y 18 meses de
media.»
Fase crónica o estable: la inflamación se reduce
y queda la placa palpable. Normalmente el paciente deja de percibir
dolor con las erecciones y no observa un empeoramiento de la deformidad.
La placa suele ser palpable, y en algunos casos puede calcificarse e
incluso osificarse.
La
enfermedad en sí puede provocar disfunción eréctil, cuya gravedad
dependerá de la propia enfermedad y de las características previas del
paciente. Es habitual además, que el proceso fibroso y cicatricial
conlleve una pérdida de longitud del pene variable.
Es
importante acudir a un especialista tan pronto como se note alguno de
los síntomas descritos en la fase aguda, dado que el inicio del
tratamiento en esta fase puede detener la progresión de la enfermedad, y
evitar así secuelas más graves y tratamientos más agresivos.