A esta contundente
conclusión llegó en julio de 2017 un estudio financiado por el Instituto
Nacional del cáncer y llevado a cabo por la Boston
University School of Public Health, Harvard T.H. Chan School of Public
Health y Harvard Medical School (EE. UU.), y que recoge la revista European Urology.
El estudio de cohortes se realizó con
profesionales de la salud del género masculino -investigación que
comenzó en 1986-, con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años,
cuyos participantes tuvieron un seguimiento durante 18 años; el objeto de la investigación era determinar la frecuencia de eyaculación en diferentes edades y si estaba asociada con la probabilidad de contraer cáncer de próstata.
Los investigadores descubrieron que
los hombres que eyaculaban 21 veces al mes o más tenían menos
posibilidades de sufrir cáncer de próstata que los que lo hacían de 4-7
veces al mes. Esto no prueba que eyacular con más frecuencia prevenga el cáncer, sino que se asocia a una disminución en el riesgo.