EL TAMAÑO DEL PENE
A lo largo de la historia, la virilidad masculina ha sido asociada a la longitud del pene y hoy en día, el concepto de pene de tamaño “normal” está distorsionado por la cantidad de información falsa que circula por internet además de la facilidad al acceso a la pornografía. Esta situación se acentúa particularmente en los hombres jóvenes y supone un aumento de consultas urológicas cada vez más frecuente. Las consecuencias, en algunos casos, generan problemas de ansiedad ante una relación sexual o a aparecer en público como puede ser en el gimnasio o en duchas públicas.
Los médicos del Instituto de Psiquiatría y Psicología del King´s College London Medical School, realizaron en el año 2016 una revisión, publicada en el British Journal of Urology International de los estudios más significativos sobre la longitud del pene, tanto en flaccidez como en erección. De los más de 15.000 hombres de todo el mundo incluidos en los diferentes estudios, se concluyó que la longitud media del pene en flacidez fue de 9,16 cm considerándose normal entre los 9 y 12 cm mientras que la longitud en erección se sitúa alrededor de los 13cm pudiéndose establecer como rango de normalidad entre los 12 y 18 cm. La altura de los hombres fue el único parámetro significativo relacionado con la longitud del pene.
La mayoría de los hombres que acuden a nuestras consultas para valorar el aumento de la longitud del pene tienen penes de tamaño normal y su deseo viene de una falsa expectativa. En la mayoría de los casos, no es preciso una cirugía de elongación de pene.
Por otro lado, muchos hombres con el envejecimiento, experimentan una disminución de la longitud de su pene debido principalmente a la acumulación de grasa infrapúbica y la propia retracción de los tejidos peneanos que hace que el miembro viril se vaya “escondiendo” en el abdomen. Lo llamamos “pene enterrado”. A la exploración mediante una maniobra de estiramiento se puede extraer el pene evidenciando en la mayoría de los casos, penes normales. La solución más eficaz es la eliminación de todo ese paquete adiposo mediante cirugía y en algunos casos, se puede valorar la elongación del pene mediante la sección de los ligamentos suspensorios del mismo.
Otra causa de acortamiento peneano es la cirugía radical de próstata por un cáncer. Tras esta cirugía, se produce una retracción significativa del pene que se acompaña de disfunción eréctil. Los tratamientos mediante bomba de vacío y medicación pueden mejorar esta situación.
Hay otras causas frecuentes como son la enfermedad de La Peyronie que produce una curvatura de pene en la erección originando una pérdida de longitud en muchos casos.
Por último, hay un aumento de consultas de padres sobre el tamaño del pene de sus hijos; por lo general, hay que esperar a la pubertad para evaluar el tamaño siempre que no haya enfermedades hormonales o genéticas subyacentes. En la mayoría de los casos, los jóvenes presentan penes normales y solamente en enfermedades muy específicas de tipo hormonal se puede hablar de penes pequeños o micropenes cuya medida suele situarse por debajo de los 7 cm. En los últimos años, con el incremento de la obesidad infantil, muchos niños obesos presentan penes enterrados. A todos estos pacientes se les aconseja dieta hipocalórica, ejercicio y evaluación por una unidad de obesidad infantil.
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