Dentro de las causas orgánicas, como apuntaba el Dr. Venancio Chantada, los
problemas vasculares son los más frecuentes. De hecho, ambos procesos
funcionan como vasos comunicantes: este trastorno sexual aparece como
consecuencia tras algunos cuadros cardiovasculares, pero también “puede
ser un preaviso de un problema cardiovascular”, abunda el urólogo, que
es también miembro de la junta directiva de la Asociación Española de
Andrología.
El Dr. Josep Torremadé incide también en esta relación
bidireccional: “Los factores de riesgo cardiovasculares, como la
diabetes, la hipertensión, el sedentarismo o el tabaco, son los mismos
que hay para la disfunción eréctil, porque [esta afección] no deja de
ser también una interacción vascular”. Y enfatiza que la medicina mira
cada vez más la disfunción eréctil como otro factor de riesgo
cardiovascular: “Es un síntoma que nos avisa de que el cuerpo no está
bien: las arterias del pene ya están empezando a dar problemas; luego
serán las del corazón… Es un síntoma centinela, la punta del iceberg,
una manifestación temprana de algo que no va bien a nivel
cardiovascular”.